San Pedro, zona en la que mas se festejan la fiestividad.
Has finales del siglo XIX, la fiesta d
e San Juan era una celebracion a San Juan Butista, a quien se le atribuian dos milagros: la renovacion constante de lo material y la posibilidad de adivinar el futuro.
e San Juan era una celebracion a San Juan Butista, a quien se le atribuian dos milagros: la renovacion constante de lo material y la posibilidad de adivinar el futuro.
Para adorar a este santo milagroso, la gente acostumbraba reunirse cada 23 de junio en la noche para quemar los objetos viejos que, según se creía, San Juan Bautista devolvería nuevos y en mayor cantidad.
El historiador Fernando Cajías señala que la creencia vino con la Colonia española y se fusionó con la costumbre nativa de quemar todo lo que quedaba después de la cosecha.
“La fiesta tiene un doble origen: el prehispánico y el culto al fuego, y la fiesta de San Juan, una tradición cristiana traída por los colonizadores desde Europa”, afirma Cajías.
Diario Los Tiempos |
“Entre el 21, 22 y 23 de junio nosotros estamos recibiendo al sol, al que tenemos que agradecer con ofrendas rituales que son elevadas con el fuego. Eso siempre fue así, desde épocas ancestrales”, explica Mamani.
Al respecto, el historiador Randy Chávez añade que la tradición de la fiesta de San Juan fue impuesta por la religión católica a los antiguos pueblos “paganos” que, después del 20 de junio, realizaban ceremonias agrícolas.
Rituales telúricos y cósmicos“En la zona andina -precisa Chávez- comenzaba la temporada de helada, que daba pie a una nueva forma de producir alimentos, como el chuño, la tunta y los derivados de la oca, y por ello se hacían algunos rituales que la Iglesia consideró paganos y buscó erradicar realzando la importancia de San Juan Bautista, a quien en Europa celebraban con una fogata alimentada por troncos”.
En el área rural, en especial en el altiplano, la fecha coincide con la producción de chuño y tunta, para lo cual antiguamente los campesinos e indígenas tenían la costumbre de observar la constelación Qutu.
Según diferentes formas y detalles, interpretaban el momento ideal para tender la papa en el suelo para que se congele.
“El 21 de junio el nuevo sol llegaba y había que esperarlo con fuego y agradecerle por la luz y la vida con mesas rituales puestas sobre las fogatas. Nosotros realizábamos ceremonias, rituales telúricos y cósmicos para recibir al señor sol y luego asumir su energía y sabiduría para vivir en equilibrio. Nosotros practicábamos el ayni, que tiene el significado de dar y recibir”, señala Mamani.
El San Juan paceño Respecto a las costumbres cultivadas en La Paz desde la época colonial, el investigador Carlos Gerl señala que la celebración de la fiesta de San Juan en el área urbana de La Paz siempre estuvo vinculada al ritual católico.
Gerl cita a Rigoberto Paredes y su libro Mitos, supersticiones y supervivencias populares de Bolivia, en el que el autor se refiere a San Juan Bautista como el santo bajo cuyo favor se descubren los secretos del porvenir y se obtiene el incremento de bienes materiales.
Y sobre la base de esa creencia y fe, algunos habitantes de la ciudad de La Paz solían reunirse para quemar muebles, ropas y objetos viejos; mientras que otros tenían la costumbre de bañarse en la noche del 23 de junio y practicar ciertas cábalas para tratar de atraer la fortuna y la prosperidad material.
Fuego, agua y futuro“A través de la tradición oral se fue desarrollando el mito de que nadie se enfermaba por jugar con agua en una noche de pleno invierno porque el agua venía del santo. Algunas mujeres tenían la creencia y la costumbre de cortarse el pelo esa noche, porque creían que así crecería fuerte y revitalizado”, anota Gerl.
Pero las prácticas para lograr el favor de San Juan Bautista no se limitaron sólo a estos ritos, sino que con el paso del tiempo los fieles comenzaron a cumplir otras cábalas en busca de ser bendecidos con el segundo de los milagros que le atribuían: la posibilidad de adivinar el futuro.
Es así que durante las primeras dos décadas del siglo XX surgió otra tradición para la noche de San Juan: la lectura de la suerte en papas, claras de huevo o en metales como el plomo, lo que se mantiene hasta hoy.
“En la noche del 23 de junio, muchos tomaban tres papas: pelaban una completamente, otra a medias y la tercera la dejaban con la cáscara. Ocultaban los tres tubérculos debajo de la cama y a la mañana siguiente asomaban sólo una de las manos debajo la cama y escogían una papa. Si se tomaba la pelada, la suerte sería esquiva; si se escogía la que tenía toda la cáscara, significaba una buena señal de prosperidad”, relata Carlos Gerl.
Otra tradición que tenía el objetivo de revelar la suerte era batir claras de huevo. “Si las claras se elevaban todos los sueños y deseos del que tenía el tenedor o el batidor en mano se harían realidad”, señala el investigador.
Las fogatas El historiador Randy Chávez señala que durante la época de la República, además de encender fogatas con leños y maderas, se arraigó más la tradición de quemar los objetos viejos en la casa y en las calles.
Precisa que en los primeros barrios de La Paz, como San Pedro, Churubamba, Caja de Agua (alrededores de la plaza Riosinho), los vecinos se reunían en torno a pequeñas fogatas para compartir, consumiendo ponches y otras bebidas espirituosas.
“La gente ya no se reunía por celebrar a San Juan, sino por recuperar la tradición que se había inculcado en la época de la Colonia, e introducía nuevas costumbres, como la de amanecer en torno a la fogata y consumiendo ponches”, señala Chávez.
El historiador precisa que muchas fogatas en San Juan terminaban en peleas, como las organizadas en el barrio de San Pedro, donde los vecinos de las partes alta y baja de la zona se apedreaban.
“Estamos hablando de alrededor de 1950, cuando San Pedro estaba creciendo pero tenía aún la imagen de un pueblo. La gente se reunía en torno a fogatas y se apedreaba, no tanto para agredirse o dañarse, sino para provocarse”, relata.
El investigar Carlos Gerl indica que esta tradición se mantuvo hasta finales del siglo XX, cuando en Bolivia comenzó a cobrar fuerza el discurso de cuidado del medio ambiente y se inicia la aplicación de políticas nacionales que, entre muchas medidas, prohíben el encendido de fogatas en la noche de San Juan para reducir la contaminación ambiental.
Cajías considera que la corriente medioambiental, que con argumentos válidos se propuso erradicar la tradición de encender fogatas, en cierta medida fue “exagerada”, pues se podría haber incidido sólo en el control de que el fuego no fuera alimentado con objetos tóxicos.
“Aquello de que el fuego se lleve lo malo, lo antiguo, lo que ya no sirve es una cuestión simbólica muy importante. Ojalá se encuentre la manera de equilibrar esto, porque en Europa se sigue encendiendo fogatas, siempre que sean controladas”, concluye.
Del fuego a las salchichas Randy Chávez sostiene que durante los años 80 e inicios de los 90, cuando empezó a combatirse el encendido de fogatas debido al surgimiento de la conciencia ecológica, comenzó paralelamente a difundirse una nueva costumbre: el consumo de hot dogs, comida rápida de origen estadounidense elaborada a base de las salchichas.
“En la década de los 70 y 80 no había el consumo de hot dogs o perros calientes, no existe información que indique la incorporación de esa nueva costumbre. Es a inicios de los 90 que se introduce el consumo de esos productos y otros”, precisa Chávez.
Considera que esta costumbre nunca pretendió sobreponerse a una tradición como la de San Juan.
Cajías coincide con Chávez y comenta que el “comer salchichas” durante la fiesta de la noche más fría del año no disminuye la tradición de ésta, lo que preocupa - insiste- es la erradicación de una tradición que representaba el quemar física e espiritualmente todo lo que ya no servía y no se iba a utilizar.
http://www.fmbolivia.net/noticia60535-san-juan-una-festividad-en-proceso-de-transformacin.html
Antiguamente la Noche de San Juan era celebrada de forma diferente en muchos países del mundo y en Bolivia. San Juan era sinónimo de fogatas, gente bailando y calentándose alrededor, de quemar todo lo que no servía, prender estrellitas e incluso, jugar con agua. Hoy, las condiciones y el daño ocasionado al medio ambiente no permiten estas prácticas.
Según el historiador Gustavo Rodríguez, la noche de San Juan, tiene origen Celta y esta costumbre llegó a América traída por los españoles. Esta festividad coincide con el solsticio de invierno en el hemisferio sur y con la de verano en la mitad norte del mundo.
A lo largo de todo el planeta aquellos pueblos que tenían conocimientos de astronomía celebraban alguna fiesta relacionada con el Astro Rey. Pueblos distantes entre sí, separados por el océano Atlántico, compartían estas tradiciones.
El pueblo Inca, oriundo del Perú celebraba su festividad primordial al Sol en la impresionante explanada de Sacsahuamán, cerca de Cuzco. Se celebraba cada 24 de junio, el Inti-Raymi o la fiesta del Sol, y consistía en una oración al astro rey donde se rogaba por las cosechas.
El fuego
Muchos son los rituales propios de la noche de San Juan, la víspera del 24 de Junio, pero todos giran en torno al ensalzamiento del fuego. El gran protagonista de la Noche de San Juan es el fuego, cuyo fin no sólo es rendir tributo al sol, sino también purificar los pecados del hombre.
Antiguamente se realizaban fogatas reducidas en las que se calentaban papas o batatas, que luego eran ofrecidas a los asistentes para así asegurarles alimento suficiente durante todo el año. También se arrojaban a las llamas ropas viejas, papeles, y cualquier objeto que representara un mal recuerdo, y así se exorcizaban los malos sucesos de los doce meses anteriores.
Ante esto, Rodríguez señala que en el siglo XVIII, el encendido de fogatas en Cochabamba cumplía hasta una función sanitaria donde la gente se deshacía de sus deshechos y los quemaba durante San Juan. En esa época, la ciudad de Cochabamba contaba con unos 30 mil habitantes, no existía el recojo de basura, la higienización pasaba por quemar los deshechos en esta fiesta. La contaminación y la preocupación medioambiental no existían. Hoy con el crecimiento de la ciudad y aumento de la población, eso sería terrible.
En algunos países tenían la costumbre de realizar caminatas sobre el fuego.
El agua
El cristianismo fue pródigo en sincretizar viejos cultos paganos. El origen se remonta a los tiempos bíblicos con la historia de Juan el Bautista que vino al mundo con la misión de ser el precursor del esperado mesías. Durante toda su vida se dedicó a predicar el bautismo por inmersión. Su simbolismo era y es, la regeneración por la cual renacemos a la vida espiritual, mediante un lavado externo para indicar una purificación interior.
En las aguas del río Jordán bautizó a muchas personas, incluyendo a Jesús. Murió decapitado por orden del rey Herodes, y su cabeza entregada en una bandeja a la hija de Herodías como regalo.
Así, la Iglesia Católica celebra el 24 de junio el nacimiento de Juan el Bautista.
Se dice que en la víspera de ese día, a la media noche, las aguas son bendecidas y adquieren poderes especiales, como curar enfermedades, purificar el alma y brindar protección a la gente.
Este es el motivo por el cual muchos van a la playa, un lago o un río cercano en esa fecha, y justo a las 12 de la madrugada se sumergen, en recordación del acto del bautismo que predicaba Juan.
Muchas son las creencias que se relacionan con esta mágica noche, e incontables las tradiciones con las que se la celebra, entre las que podemos destacar las siguientes:
Según se cree, en el exacto momento en que el sol ilumina el amanecer del día 24, las aguas de fuentes y arroyos están dotadas de poderes especiales para curar y brindar protección a la gente.
Quien se baña en el rocío que cae esa noche quedará protegido durante todo el año.
Meterse desnudo y de espaldas al mar, mirando la luna, permitirá a quien lo haga obrar ciertos prodigios.
Quien se coloca debajo de una higuera con una guitarra en sus manos puede aprender a tocarla de forma inmediata.
Los solteros y solteras que al comenzar el 24 se asomen por la ventana de su casa verán pasar al amor de su vida.
Si se quema un papel donde se haya escrito aquello que se quiera olvidar, se puede lograr bienestar por todo el año.
Si una mujer se mira desnuda y de espaldas en un espejo, a media noche y con la luz de una vela, verá el momento de su muerte.
Quien madrugue el día 24 no pasará sueño el resto del año.
http://nochedesanjuan.yaia.com/historia.html
http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/vida-y-futuro/20110623/noche-de-san-juan-la-fiesta-del-fuego-y-el-agua_130933_264949.html
En el departamento de Santa Cruz nos encontraremos con un municipio que trata de mantener sus tradiciones y cumple años de vida en estas fechas, en esta ocasión nos referimos del municipio de Porongo. Los pobladores cada 15 de Junio, al escuchar las 12 campanadas inician con alegría todas sus actividades:
http://www.bolivia.com/noticias/autonoticias/DetalleNoticia21002.asp
Porongo no deja morir la tradición. Por la tarde del 23 acostumbra a realizar la ceremonia del bautizo de los nuevos habitantes, imitando la acción del profeta San Juan Bautista. El párroco del pueblo bendice a los niños que son llevados por sus padres en carretones hasta el río Piraí.
La principal atracción es la “pisada de brasas”, que se realiza en la “víspera” de San Juan, en la que los devotos cumplen promesas pisando brasas en la gran fogata que se realiza en la plaza principal.
Otra costumbre genuina es “la gran caballería”, la misma que llega desde los pueblos cercanos, como Pozo Colorao, el Magué y el Potrerío y que acompaña a un personaje de la historia cruceña, este año se personificará a Cañoto. Se realiza el 23 por la noche, una vez concluye la novena de San Juan. La procesión tampoco puede faltar, la llevan a cabo, el 24 en las primeras horas de la mañana. Los feligreses dan una vuelta por la plaza principal agradeciendo los favores del Santo.
La fiesta de San Juan en Porongo tiene raíces históricas
Según los lugareños es una tradición religiosa heredada desde 1714 por la misión jesuítica que fundó Porongo el 22 de febrero de ese mismo año.
Palo ensebao, un favor del Santo
Aunque parezca sólo un juego popular, el “palo ensebao” es parte de la religiosidad del pueblo porongueño. Según la creencia, la madera que se usa en este juego es conseguida en el monte, gracias a un favor de San Juan Bautista, patrono de Porongo.
El domingo 20 junio, luego de la celebración de la misa matinal, todos los devotos acompañados del párroco, salen del templo rumbo a la selva cargando la imagen del San Juan en busca del “palo ensebao”.
Según los feligreses, es el Santo quien los guía para poder encontrar un árbol con varios metros de altura. Luego de que lo encuentran, regresan a la plaza principal donde realizan el tallado del mismo, con el propósito de dejarlo listo para los juegos populares que acostumbran a realizar el 24 de junio por la mañana.
Cuando pasa la fiesta de San Juan, el “palo ensebao” es dejado en una de las esquinas de la plaza principal como testigo mudo de la fe de los porongueños hasta que el próximo es nuevamente cambiado.
El programa
MARTES 15
12.00 • Repique de campanas.
20.00 • Inicio de la novena a San Juan Bautista.
DOMINGO 20
9.30 • Se realizará la ceremonia del “palo ensebao”
MIÉRCOLES 23
15.00 • Ceremonia del bautizo del nuevo porongueño.
21.00 • Presentación de la Escuela Municipal de Música y Manifestaciones Culturales de la población de Porongo.
22.00 • Gran fogata de San Juan y Festival Folclórico. Llegada de la caballería con Cañoto.
23.30 • Ceremonia de la pisada de brasas en la plaza principal.
24.15 • Inicio de la gran verbena popular en la plaza principal.
JUEVES 24
8.30 • Misa solemne.
9.30 • Procesión.
10.30 • Presentación de la Escuela Municipal de Música y Manifestaciones Culturales de Porongo.
11.00 • Realización de los juegos tradicionales.
http://www.fmbolivia.net/noticia60535-san-juan-una-festividad-en-proceso-de-transformacin.html
Antiguamente la Noche de San Juan era celebrada de forma diferente en muchos países del mundo y en Bolivia. San Juan era sinónimo de fogatas, gente bailando y calentándose alrededor, de quemar todo lo que no servía, prender estrellitas e incluso, jugar con agua. Hoy, las condiciones y el daño ocasionado al medio ambiente no permiten estas prácticas.
Según el historiador Gustavo Rodríguez, la noche de San Juan, tiene origen Celta y esta costumbre llegó a América traída por los españoles. Esta festividad coincide con el solsticio de invierno en el hemisferio sur y con la de verano en la mitad norte del mundo.
A lo largo de todo el planeta aquellos pueblos que tenían conocimientos de astronomía celebraban alguna fiesta relacionada con el Astro Rey. Pueblos distantes entre sí, separados por el océano Atlántico, compartían estas tradiciones.
El pueblo Inca, oriundo del Perú celebraba su festividad primordial al Sol en la impresionante explanada de Sacsahuamán, cerca de Cuzco. Se celebraba cada 24 de junio, el Inti-Raymi o la fiesta del Sol, y consistía en una oración al astro rey donde se rogaba por las cosechas.
El fuego
Muchos son los rituales propios de la noche de San Juan, la víspera del 24 de Junio, pero todos giran en torno al ensalzamiento del fuego. El gran protagonista de la Noche de San Juan es el fuego, cuyo fin no sólo es rendir tributo al sol, sino también purificar los pecados del hombre.
Antiguamente se realizaban fogatas reducidas en las que se calentaban papas o batatas, que luego eran ofrecidas a los asistentes para así asegurarles alimento suficiente durante todo el año. También se arrojaban a las llamas ropas viejas, papeles, y cualquier objeto que representara un mal recuerdo, y así se exorcizaban los malos sucesos de los doce meses anteriores.
Ante esto, Rodríguez señala que en el siglo XVIII, el encendido de fogatas en Cochabamba cumplía hasta una función sanitaria donde la gente se deshacía de sus deshechos y los quemaba durante San Juan. En esa época, la ciudad de Cochabamba contaba con unos 30 mil habitantes, no existía el recojo de basura, la higienización pasaba por quemar los deshechos en esta fiesta. La contaminación y la preocupación medioambiental no existían. Hoy con el crecimiento de la ciudad y aumento de la población, eso sería terrible.
En algunos países tenían la costumbre de realizar caminatas sobre el fuego.
El agua
El cristianismo fue pródigo en sincretizar viejos cultos paganos. El origen se remonta a los tiempos bíblicos con la historia de Juan el Bautista que vino al mundo con la misión de ser el precursor del esperado mesías. Durante toda su vida se dedicó a predicar el bautismo por inmersión. Su simbolismo era y es, la regeneración por la cual renacemos a la vida espiritual, mediante un lavado externo para indicar una purificación interior.
En las aguas del río Jordán bautizó a muchas personas, incluyendo a Jesús. Murió decapitado por orden del rey Herodes, y su cabeza entregada en una bandeja a la hija de Herodías como regalo.
Así, la Iglesia Católica celebra el 24 de junio el nacimiento de Juan el Bautista.
Se dice que en la víspera de ese día, a la media noche, las aguas son bendecidas y adquieren poderes especiales, como curar enfermedades, purificar el alma y brindar protección a la gente.
Este es el motivo por el cual muchos van a la playa, un lago o un río cercano en esa fecha, y justo a las 12 de la madrugada se sumergen, en recordación del acto del bautismo que predicaba Juan.
Muchas son las creencias que se relacionan con esta mágica noche, e incontables las tradiciones con las que se la celebra, entre las que podemos destacar las siguientes:
Según se cree, en el exacto momento en que el sol ilumina el amanecer del día 24, las aguas de fuentes y arroyos están dotadas de poderes especiales para curar y brindar protección a la gente.
Quien se baña en el rocío que cae esa noche quedará protegido durante todo el año.
Meterse desnudo y de espaldas al mar, mirando la luna, permitirá a quien lo haga obrar ciertos prodigios.
Quien se coloca debajo de una higuera con una guitarra en sus manos puede aprender a tocarla de forma inmediata.
Los solteros y solteras que al comenzar el 24 se asomen por la ventana de su casa verán pasar al amor de su vida.
Si se quema un papel donde se haya escrito aquello que se quiera olvidar, se puede lograr bienestar por todo el año.
Si una mujer se mira desnuda y de espaldas en un espejo, a media noche y con la luz de una vela, verá el momento de su muerte.
Quien madrugue el día 24 no pasará sueño el resto del año.
http://nochedesanjuan.yaia.com/historia.html
http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/vida-y-futuro/20110623/noche-de-san-juan-la-fiesta-del-fuego-y-el-agua_130933_264949.html
En el departamento de Santa Cruz nos encontraremos con un municipio que trata de mantener sus tradiciones y cumple años de vida en estas fechas, en esta ocasión nos referimos del municipio de Porongo. Los pobladores cada 15 de Junio, al escuchar las 12 campanadas inician con alegría todas sus actividades:
http://www.bolivia.com/noticias/autonoticias/DetalleNoticia21002.asp
Porongo no deja morir la tradición. Por la tarde del 23 acostumbra a realizar la ceremonia del bautizo de los nuevos habitantes, imitando la acción del profeta San Juan Bautista. El párroco del pueblo bendice a los niños que son llevados por sus padres en carretones hasta el río Piraí.
La principal atracción es la “pisada de brasas”, que se realiza en la “víspera” de San Juan, en la que los devotos cumplen promesas pisando brasas en la gran fogata que se realiza en la plaza principal.
Otra costumbre genuina es “la gran caballería”, la misma que llega desde los pueblos cercanos, como Pozo Colorao, el Magué y el Potrerío y que acompaña a un personaje de la historia cruceña, este año se personificará a Cañoto. Se realiza el 23 por la noche, una vez concluye la novena de San Juan. La procesión tampoco puede faltar, la llevan a cabo, el 24 en las primeras horas de la mañana. Los feligreses dan una vuelta por la plaza principal agradeciendo los favores del Santo.
La fiesta de San Juan en Porongo tiene raíces históricas
Según los lugareños es una tradición religiosa heredada desde 1714 por la misión jesuítica que fundó Porongo el 22 de febrero de ese mismo año.
Palo ensebao, un favor del Santo
Aunque parezca sólo un juego popular, el “palo ensebao” es parte de la religiosidad del pueblo porongueño. Según la creencia, la madera que se usa en este juego es conseguida en el monte, gracias a un favor de San Juan Bautista, patrono de Porongo.
El domingo 20 junio, luego de la celebración de la misa matinal, todos los devotos acompañados del párroco, salen del templo rumbo a la selva cargando la imagen del San Juan en busca del “palo ensebao”.
Según los feligreses, es el Santo quien los guía para poder encontrar un árbol con varios metros de altura. Luego de que lo encuentran, regresan a la plaza principal donde realizan el tallado del mismo, con el propósito de dejarlo listo para los juegos populares que acostumbran a realizar el 24 de junio por la mañana.
Cuando pasa la fiesta de San Juan, el “palo ensebao” es dejado en una de las esquinas de la plaza principal como testigo mudo de la fe de los porongueños hasta que el próximo es nuevamente cambiado.
El programa
MARTES 15
12.00 • Repique de campanas.
20.00 • Inicio de la novena a San Juan Bautista.
DOMINGO 20
9.30 • Se realizará la ceremonia del “palo ensebao”
MIÉRCOLES 23
Diario El Deber |
15.00 • Ceremonia del bautizo del nuevo porongueño.
21.00 • Presentación de la Escuela Municipal de Música y Manifestaciones Culturales de la población de Porongo.
22.00 • Gran fogata de San Juan y Festival Folclórico. Llegada de la caballería con Cañoto.
23.30 • Ceremonia de la pisada de brasas en la plaza principal.
24.15 • Inicio de la gran verbena popular en la plaza principal.
JUEVES 24
8.30 • Misa solemne.
9.30 • Procesión.
10.30 • Presentación de la Escuela Municipal de Música y Manifestaciones Culturales de Porongo.
11.00 • Realización de los juegos tradicionales.